Proyecto Flash Comunicativo 1 x 30 y feliz coincidencia...
En el año 2005, unos amigos docentes de San Juan, ciudad donde viví unos meses en ese año, me pidieron un trabajo para Educación. Desinteresadamente lo hice y doné el original para que hagan lo que mejor les convenga. Es más, el original de este trabajo luce en la casa de una docente de esa provincia. Años después, me llega un dibujo de un colega, que llamativamente, es idéntica idea, con otro personaje, que es algo así como un "garfield" pero de un autor argentino. El trabajo mio, está debidamente registrado con el nacimiento del proyecto "Flash Comunicativo 1 x 30". No se si el trabajo de este hombre también. Y tampoco tengo idea de cuándo se hizo. Pero voy a averiguar bien. Ya envié un mail a la Fundación Leer y estoy investigando un poco. Y si es lo que estoy sospechando, voy a hablar con mi abogado. Ah, el dibujo que está en blanco y negro, en el original es color, pasa que encontré este en internet.
Comentarios
saludos !!!
Decía Chesterton que todo gran artista es ante todo un ser humano, y como tal, tiene sus buenas y malas etapas. La calidad de artista hace que los momentos de esplendor y las depresiones se vean reflejadas en su arte, a veces excelso, otras veces decepcionante, de rusticidad intolerable al espectador.
Por otro lado, sabemos que hay etapas efímeras y etapas que perduran en el tiempo, sin ahondar en la teoría de Von Hausselner: "no hay mal que dure cien años".
Usted como gran artista, mi querido Arguelles, no le escapa a esas sentencias.
Yo he tenido el alto honor de haber conocido su fulgor, su efervescencia, su explosión creativa en los precisos momentos de gestación. Mas precisamente aun, cuando acababa de quitarle las rueditas a su bicicleta.
Yo, todavía con rueditas, pude atisbar en sus incipientes obras el toque de un elegido, de un adelantado a su época. Pude avizorar en la, por entonces, simpleza y resolución de sus grafías, los primeros esbirros de su genio en brote. Y debo decir querido amigo, Maestro, compañero del alma que me hallé maravillado, me sentí deslumbrado con su desfachatez desopilante.
Pero asimismo no puedo negarme a nuestro compromiso con la verdad y por ello dejar de decir también que desde entonces, lo he visto caer sin solución de continuidad en un profundo y decepcionante abismo, síntoma posiblemente fundado en inobjetables argumentos íntimos, vaya Dios a saber.
Sin dudas esta crónica crisis que lo persigue y atosiga como el mejor de los zagueros, trasciende a su prolífica... ¿Obra? (¿Podemos llamarlo Obra?)
Amigo, ¿no será hora de buscarse un trabajo y dejarse de pamplinas?
Con afecto y devoción de su fiel seguidor.
Dr. Ernest A. La Marchant. Salvador, Bahía - Brasil
Espero con fervor que su inteligente y elegante pluma haga justicia con sus personajes, de lo contrario nos arrastraría en la complicidad de un espúreo juego de intereses bastardos librados al inesperado albur de las mas funestas consecuencias.
Sin mas, lo saludo cordialmente.
Lamberto Lampedusa.
Besos. Lucinda
Nada mejor que recordar esa obra para decirle a usted que simplemente es un temerario. Con un desconocimiento absoluto de todo, se pone ora en crítico, ora en pensador de nuestro tiempo. ¿Un aventurero tal vez tratando de colgarse de mi obra? Puede ser. Creo, mi estimado lamberto, que su pasado envuelto en las drogas heroicas lo han convertido en un contradictorio obsesivo. Bien, decía Nieztche que el hombre es contradictorio... ahora, habrá pensado también Nieztche en los pelotudos? Sin ánimo de definirlo a usted como tal, sino que es una pregunta retórica que agradecería si usted me la puede responder.
También, Bertrand Russell afirmaba que tal vez, el fin último del hombre, sea renegar siempre de sí mismo.
Por último, cito a mi amigo El Negro Castro: sobre gustos no hay nada escrito, pero es hora de empezar a escribir algo.
Lo despido, con una bella sentencia de nuestro ex presidente Eduardo "Cabeza" Duhalde: Estamos condenados al éxito. Quien puso dólares, cobrará dólares.
Hasta siempre!
Le agradezco los elogios a mis hilarantes personajes. Ellos, ocupan un importante lugar en mi corazón.
Tiene usted una sagacidad a prueba de rayo láser, Lamberto, cosa a la que me he habituado. Cómo hizo para reconocer a Wilfredo en esta entrega? Me he cuidado muy mucho de develar el misterio. Es más, la respuesta está guardada bajo siete llaves, como lo está, la formula de la popular gaseosa.
Ya he tenido reclamos de El Guanaco, celoso por el papel secundario que le ha tocado en esta historia. Pero, sabemos que los personajes, logran tomar vuelo con el correr del tiempo, y tal vez, el Guanaco, pueda ir despegandose de la popularidad de Wilfredo.
Ya he sufrido reclamos dignos de un actor holliwoodense: Que quiero este perfil.. Que por qué medio cuerpo... Por qué no me dibuja con el fondo de las montañas sanjuaninas... Y otros disparates. Pero, seamos sinceros. Son apenas dos animales, y la verdad, si hay algo que me repungan, son estos bichos que aprovechan una mano amistosa dándole un maní en el zoo, para estamparle un escupitajo en el rostro.
Si fuera por mi, honestamente, los haría milanesa.
Suyo,
Argüelles