La Mano y el Talento




En los 70 yo comenzaba con el colegio secundario.
Épocas difíciles para un pibe que entraba en su adolescencia.
Leía a Hermann Hesse, Saint-Exupery...

...las aventuras de Enrie Charriere, con su autobiográfico "Papillón". En suma: que todo lo que llegaba a mis manos era vorazmente leído y disfrutado. Estas lecturas se alternaban con montones de revistas humorísticas que desde muy pequeño leía.
También los héroes como Batman, Superman y los personajes de las tiras e historietas que todos conocimos en esos años.

Así fue, que en mi recorrida por las librerías de la zona de Cabildo y Monroe, donde vivía en esos años, encuentro un par de libros.

Uno de dibujos geniales de tapas marrones, muy voluminoso, y otro, con cuentos breves. Me puse a leer uno de esos cuentos y me partí de risa.


Compré los dos. Y me fui a mi casa a leerlos con un gusto que aún recuerdo. El de cuentos se llamaba "Fontanarrosa se la cuenta" y el otro era "¿Quién es Fontanarrosa?".


Desde ese día no paré de leer y admirar absolutamente todo lo que dibujó y escribió el Negro Fontanarrosa. Yo en esas épocas ya hacía mis primeros pininos en el humorismo. Pero a partir del negro fue otra cosa. Intentaba copiarlo en todas sus líneas. Y la verdad, algunos pibes lo hacían muy bien.

Yo nunca pude.

Creo que era muy tronco para hacerlo, o tal vez, a pesar de mi inconciencia, muy respetuoso.


Pero, mi horizonte siempre fue el negro.



Era como el cantante de tangos que aspira a cantar como Gardel, interpretar como Sosa o el Polaco Goyeneche...


El domingo, en la revista VIVA de Clarín anunció que ya su mano derecha había dicho basta. Que no dibujaría más.


Con la humildad y la simpleza de siempre, contó que quien plasmaría sus ideas en papel, para la viñeta de los domingos sería otro grande: Crist. Y también, que habría un sucesor para "Inodoro Pereyra" cuyo nombre aún no develó.



El dibujo del negro evolucionó tanto desde que yo lo descubrí en los 70!... como si estuvieramos en el año 2100, por reflejar alguna magnitud...



Es decir, que esa mano que hoy se niega a dibujar, tal vez piensa que ya está todo hecho.



Estoy seguro que el negro, a esta altura, ya debe estar hasta los cojones de tanto homenaje, desde luego, todos merecidos.

Yo no quiero hacer ningun homenaje. Solo poner algunos dibujos y su imagen aquí.

Por admiración y porque sinceramente, lo quiero mucho.







Comentarios

Marbot dijo…
¡Cuántas veces he pensado un chiste pero en cuanto me dispongo a dibujarlo me doy cuenta que para que tenga gracia tendría que dibujarlo el Negro! Esos personajes con ojos caídos y cómplices, con esas manos agarrotadas, esas lenguas casi ofidias, esas pupilas dilatadas, esos dientes múltiples... El Negro Fontanarrosa... creo que muchos vamos a extrañar su mano mágica...
Unknown dijo…
Sin dudas el Negro Fontanarrosa es uno de los talentos humorísticos más grandes que tenemos.

Su Síntesis y su llegada a la risa lo tienen como uno de los más destacados de nuestra rica historia.

Hoy, ante este trance, nos muestra su grandeza de artista al dejar que sus ideas sean dibujadas por otros.

Semejante decisión y cojones son dignos de admiración.

Todos los humoristas gráficos hemos aprendido algo más del Negro.

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